Patrimonio Histórico>Iglesia San Agustín> Los Tesoros
La Sala Capitular, magnífica y dorada, se llama así porque la Orden hacía allí los capítulos: elecciones y reuniones. Conocían las necesidades de la comunidad. Y elegían al nuevo provincial.
La sala conjuga tres estilos: mudéjar, barrocos español y quiteño. En el 2009 allí se hizo la presentación de la Unasur y se conmemoraron los 200 años de la gesta de la Independencia. En la capilla izquierda del templo descansa el Señor de la Buena Esperanza. Es una talla de tamaño natural, vestida de túnica verde y bordada con líneas doradas. El rostro es sufriente. Abundan los ángeles a su alrededor. Apenas hay diez bancas, pero los fieles las ocupan cada día.
Luego del terremoto de 1868, que asoló Quito, el Señor de la Buena Esperanza recorrió los pueblos de la Sierra central para recaudar fondos y reconstruir el templo. En el otro costado se encuentra una capilla dedicada al Divino Niño, quien lleva un vestido blanco y cinturón dorado. Se ve en una actitud risueña, de amor.
El cuadro de La Regla es único, ya que es uno de los más grandes pintados por Miguel de Santiago, uno de los maestros de la Escuela Quiteña. La gente lo contempla mucho tiempo y en cada rostro, de las decenas que tiene, trata de averiguar una historia o una leyenda.