Patrimonio Histórico>Convento y cementerio de San Diego> Construcción
Siguiendo los patrones arquitectónicos de los grandes conventos ibéricos (amplios corredores de piedra, paredes anchas, patios interiores, celdas para los sacerdotes, una iglesia, comedor y sacristía), el padre Bartolomé Rubio comenzó a levantar el edificio (1569). Se inauguró como recoleta en 1599. Veinte frailes fueron los primeros huéspedes.
Los materiales: teja, madera diversa, piedra, adobe, carrizo. La iglesia es pequeña, para unas 200 personas, ya que servía para la oración de los padres. Luego se abrió al público. En los años veinte, al ser rellenada la quebrada de Jerusalén, San Diego se conectó con el Centro de Quito. Fue la primera recoleta que se edificó en la capital.